¿Sabías que tus pensamientos crean tu realidad?
El poder de las afirmaciones positivas
La primera vez que mi antigua terapista, y ahora amiga, me recomendó repetir afirmaciones positivas en el año 2015, me reí y no le presté atención. ¿Cómo me ayudaría repetir todo el día una simple frase para solucionar mis problemas? Nada es casualidad. En una escala de esas largas en el aeropuerto durante un viaje de trabajo, decidí entrar a la tienda de libros y mi intuición me llevó directamente a los libros de desarrollo personal. Mis ojos directamente saltaron hacia el libro que inició los grandes cambios en mi vida “Tú puedes crear una vida excepcional” de Louise Hay y Cheryl Richardson.
Sentí que el libro me gritaba “¡Tienes que leerme!”. Aunque era una filosofía de vida nueva para mí y tal vez no comprendía bien aún cómo funcionaba o cómo ponerla en práctica, no pude contenerme, lo devoré una vez en mi vuelo y otra vez durante mi viaje. Puse en marcha la flexibilidad que todos los seres humanos poseemos y que nos permite realizar cambios de cualquier tipo; en mi caso, llevarme hacia una metamorfosis interior.
¡Caramba! Hasta que finalmente entendí lo grandioso que mi poder superior y mi terapista intentaban enseñarme y mostrarme. Pero ése era mi momento. Como dice un dicho popular: “cuando el alumno está listo, el maestro aparece”, y considero que en mi caso, se aplicó muy bien. Ahí entendí la importancia de las afirmaciones. Con la práctica y con el tiempo me di cuenta de que realmente cambiaron completamente el curso de mi vida. Al inicio de este bello e interminable camino lo he bautizado como mi segundo nacimiento.
Pero ¿por qué son tan importantes las afirmaciones positivas?
Existen muchas definiciones sobre lo que son las afirmaciones. Desde la filosofía de Louise Hay una afirmación es “cualquier cosa que digas o pienses” y claro, pueden existir afirmaciones positivas y negativas. Las afirmaciones positivas son una herramienta muy poderosa para lograr tus sueños y crear la vida que deseas. Aquello en lo que fijo mi atención, es lo que obtengo. Cuando las repito y las digo, atraigo lo que estoy afirmando a través de la energía que emitimos.
Cada afirmación, sentimiento, acción o pensamiento que tenemos emite una frecuencia que viaja hacia el universo en forma de ondas electromagnéticas. Ello ocurre, por ejemplo, con las diferentes manifestaciones de los estados de ánimo, con el enojo, con la crítica, con el daño a los demás, etc. Las emisiones de vibraciones negativas atraen más situaciones negativas, como lo establecen los fundamentos de la Ley de la Atracción: “lo semejante atrae lo semejante”. Además, cuando nuestra frecuencia o vibración es baja, es cuando nos podemos enfermar. De ahí viene la importancia de cuidar la calidad de los pensamientos, afirmaciones, sentimientos, etc., y de empezar a transformarlos en positivo, para atraer situaciones positivas.
Por mucho tiempo repetí constante e inconscientemente pensamientos negativos hacia mí misma; ya era una forma de vida, un patrón de perpetuar las creencias limitantes que yo aprendí desde mi infancia y que me llevaron a atraer situaciones negativas (e incluso a crearme enfermedades). Como ejemplo de estas afirmaciones negativas, puedo mencionar las siguientes: “no quiero tener esta relación”, “no quiero envejecer”, “no quiero continuar en este trabajo”, “no quiero enfermarme”, “no quiero vivir en soledad”, “no quiero ser como mi padre o mi madre”, “no quiero ser una persona infeliz”, “no quiero ser una persona gorda”, etc. ¿Por casualidad te sientes identificad@? Es importante mencionar que el inconsciente no procesa el NO, es decir, decirle a nuestro cerebro NO, significa en realidad decirle que SÍ. Toma en cuenta que nuestro cerebro no reconoce el lenguaje lógico, por ende no procesa ciertas cosas, no razona y está a las órdenes de nuestro consciente. Por lo que siempre que utilices esta palabra para iniciar una afirmación, se manifestará lo contrario. Por ejemplo, si en este momento te pido lo siguiente: ¡No pienses en un elefante rojo, no pienses en un elefante rojo, no pienses en un elefante rojo! ¿Qué es lo primero que pensaste? ¿Ahora estás de acuerdo conmigo?
Es así que yo pensaba que a través de esos pensamientos negativos encontraría la forma de alejarlos de mí. Sin embargo, no me daba cuenta de que aquello en lo que tanto insistía que no quería, era exactamente lo que estaba atrayendo a mi vida, por lo que esos pensamientos se transformaban en experiencias negativas que lastimosamente yo misma creaba.
Reflexiona: ¿Cuál es la afirmación negativa que más te repites o la vibración que más se repite en tu estado de ánimo? ¿Qué es lo que estás atrayendo a tu vida? ¿Si estás continua y constantemente pensando que te irá mal en el futuro, que siempre tienes mala suerte o que todo te sale mal, crees que de esa manera vas a atraer situaciones positivas? ¿Esta actitud te ha traído lo que tú deseabas en realidad?
Tal vez hayas notado que es un patrón que se pone en marcha en tu mundo externo y que sientes que pocas cosas te resultan bien. A veces, nosotros mismos nos convencemos de que no valemos y creemos esos pensamientos negativos que nos repetimos constantemente. Nuestro inconsciente no entiende qué es bueno o malo, solo sigue nuestras instrucciones.
Por lo que te animo a convertir las afirmaciones negativas mencionadas anteriormente en afirmaciones positivas: “Tengo una relación nueva y maravillosa”, “soy joven”, “tengo un trabajo maravilloso”, “mi salud es perfecta”, “me siento llena de amor y de afecto”, “soy dueñ@ de mi propio ser”, “me siento alegre, libre y feliz”, “soy una persona delgada”.
En mi caso, al repetir estas afirmaciones positivas, poco a poco comencé a notar pequeños cambios en mi vida y, con el tiempo, esta práctica se convirtió en un hábito. Como resultado, empecé a atraer situaciones positivas y comprobé que mis pensamientos y palabras tienen un poder inmenso. Durante los últimos años y particularmente de manera reciente, he dedicado más tiempo a misma y he forjado una relación conmigo misma y con mi niña interior, que me ha llevado a amarme y cuidarme cada día más, a rodearme de personas positivas, a perdonar y perdonarme, y a sanar enfermedades que yo misma me provocaba.
Parece más fácil decirlo que hacerlo, ¿no? Te sugiero que lo intentes y me cuentes más adelante cómo te fue. Claro, es una práctica que requiere de constancia. Para integrar esa nueva programación en tu cerebro, hay que repetir las afirmaciones positivas cuantas veces sea posible en el día. ¡Cien veces o más, si puedes!
Las puedes hacer mientras vas en camino hacia tu trabajo (“Estoy dispuesta a cambiar”), mientras te miras en el espejo (“Te amo”), al nada más levantarte o al acostarte (“Hoy tengo un maravilloso día”), cuando esperas a entrar a una cita (“Soy maravillos@”). ¡Es algo que no te quita tiempo! Puedes escribirlas en post-its y pegarlas en tu espejo, frente a tu computadora, donde sean visibles. Todo es cuestión de iniciar, de estar dispuesto@, de confiar en el proceso de la vida. Del resto, se encargará el universo. Inicia, prueba y con constancia, verás que realmente puedes transformar tu vida.
Probablemente si has llegado hasta este punto, es porque también tienes deseos de crear cambios en tu vida. ¿Estás list@? En mi siguiente publicación te brindaré consejos y sugerencias para construir tus propias afirmaciones positivas y para que funcionen. ¡Mantente atent@!
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